La imagen de la bruja. La mujer del sombrero puntiagudo, el gato negro y la escoba, nació del miedo, pero también de la libertad. Witches have always been more than just a myth: a way to find oneself, create, challenge… and be free!
- Vocabulario
- El origen del miedo
- Símbolos de una leyenda
- La metamorfosis del mito
- Las brujas en el cine
- Más allá del mito
- Ideas clave
Vocabulario
- Hechizo – Spell
- Aquelarre – Coven
- Pócima – Potion
- Escoba – Broomstick
- Gato negro – Black cat
- Persecución – Persecution
El origen del miedo
La idea de la “bruja” no nació de la fantasía, sino del miedo y la ignorancia.
Durante la Edad Media y el Renacimiento, Europa vivió siglos de superstición y represión. Las enfermedades, las malas cosechas o las tragedias sin explicación se atribuían a fuerzas malignas. Y, con frecuencia, esas fuerzas tomaban la forma de una mujer.
Entre los siglos XV y XVII, miles de mujeres fueron acusadas de brujería y ejecutadas en nombre de la fe o el orden social. No eran hechiceras: muchas eran curanderas, parteras, viudas o mujeres independientes, sospechosas simplemente por vivir fuera de las normas establecidas.
La “caza de brujas” fue, en realidad, una forma de control y miedo al poder femenino.
🌙 Símbolos de una leyenda
Con el tiempo, la cultura popular transformó a estas mujeres en figuras de leyenda. De las sombras de la historia nacieron los símbolos que hoy reconocemos:
- La escoba, ligada al hogar, se volvió instrumento de vuelo y libertad.
- El gato negro, compañero silencioso, fue acusado de ser un demonio disfrazado.
- Las pócimas y calderos representaban el conocimiento de hierbas y medicinas naturales, saberes que la ciencia aún no comprendía.
- El aquelarre, el encuentro secreto de brujas bajo la luna, simbolizaba el miedo a lo colectivo, al poder de mujeres que se reunían sin permiso.
Así, lo que comenzó como una herramienta de miedo se transformó, con los siglos, en un lenguaje simbólico de independencia.
La metamorfosis del mito
En la literatura y el cine, las brujas fueron cambiando de rostro. Pasaron de ser las villanas de los cuentos, viejas feas y malvadas, a convertirse en figuras complejas, sabias y poderosas.
Desde El Mago de Oz hasta Practical Magic o The Witch, cada época ha reinterpretado su imagen, reflejando cómo cambia la mirada hacia lo femenino y lo diferente.
Hoy, la figura de la bruja ya no se ve solo como amenaza, sino también como símbolo de conocimiento, intuición y autonomía. Una mujer que no teme pensar, crear ni decidir por sí misma.
🎬 Las brujas en el cine
🪄 En los primeros años del cine, las brujas eran figuras del mal absoluto: viejas, feas y amenazantes, como la Bruja Malvada del Oeste en The Wizard of Oz (1939). Frente a ella, la Bruja Buena del Norte ofrecía el contraste: bella, dulce y maternal. Dos arquetipos que reflejaban la antigua división entre la mujer “virtuosa” y la “peligrosa”.
🪄 En los 80 y 90, la imagen se volvió más elegante y carismática. Actrices como Anjelica Huston en The Witches (1990) mostraron una bruja sofisticada y poderosa, donde la belleza se mezclaba con lo monstruoso: fascinante y temible al mismo tiempo.
🪄 En esa misma época, películas como The Witches of Eastwick (1987) y Practical Magic (1998) presentaron a las brujas como mujeres libres, sensuales y humanas, que usaban la magia como extensión de su deseo y su independencia. El mito se volvió más sexy, divertido y cotidiano.
🪄 Con películas como Hocus Pocus (1993), las brujas pasaron a ser también divertidas, caóticas y entrañables, más cercanas a la cultura pop y al humor, pero sin perder su aura rebelde.

🪄 En la televisión, Sabrina, la bruja adolescente (1996–2003) trajo la brujería al mundo juvenil: una joven moderna con poderes y dilemas éticos, símbolo de autonomía, aprendizaje y autoaceptación.
🪄 En los 2000 y 2010, el cine dio un giro más introspectivo y simbólico: The Craft (1996), The Witch (2015) o Suspiria (2018) presentan a las brujas como figuras de resistencia, conectadas con la naturaleza, el deseo y la libertad interior.
🧙♀️ Algunas curiosidades: Brujas
→ En la Edad Media, se creía que las brujas volaban… ¡untándose ungüentos hechos con hierbas alucinógenas! Probablemente no volaban, pero sí tenían visiones bastante psicodélicas.
→ Durante los juicios de Salem (1692), bastaba con que un vecino dijera “me miró raro” para ser acusado de brujería. Literalmente, el chisme podía matarte.
→ El “sombrero puntiagudo” podría venir de las mujeres cerveceras medievales: usaban esos gorros para destacar en los mercados. Luego, cuando se las empezó a acusar de “hechiceras”, ese símbolo se volvió siniestro.
→ Los gatos negros eran considerados “familiares” de las brujas —espíritus protectores o demonios en miniatura—. Hoy son símbolo de elegancia y misterio.
→ En muchos pueblos europeos, las llamadas “brujas” eran simplemente curanderas o parteras con conocimiento de hierbas. Lo que el poder no entendía… lo quemaba.
🌑 Más allá del mito
Cuando miramos atrás, entendemos que la “brujería” fue menos una práctica oscura y más una acusación social. Un reflejo de lo que asusta al poder: la sabiduría, la libertad y la diferencia.
Por eso, la historia de las brujas no solo pertenece al pasado del miedo, sino también al presente del pensamiento crítico. Nos recuerda que muchas veces, lo que se llama “mal” es simplemente lo que no se puede controlar.
💡 Ideas clave
- La idea de “bruja” surgió del miedo y la persecución hacia mujeres independientes.
- Muchos símbolos —escobas, gatos, pócimas— provienen de saberes cotidianos y creencias antiguas.
- La imagen de la bruja en el cine y la TV ha seguido la evolución cultural del rol femenino: de enemiga del orden a figura de poder, deseo y autoconocimiento.
- El mito evolucionó de figura temida a símbolo de poder y sabiduría.
- La bruja representa, en el fondo, la libertad de ser diferente.









